Todo comenzó en 1994... estaba jugando futból de calle en la casa de unos amigos... el balón se fue a un terreno baldío y fui yo a buscarlo, no imagine que ahí comenzaría algo que me entretuvo más de 15 años... 

Buscando el balón, me encontré 4 latas de refresco, no recuerdo cuáles son exactamente, pero si latas, eso que la mayor parte de las personas considera basura (como dice ampliamente mi amigo ixion en su magnífico articulo: coleccion ), para mí fue la introducción al mundo del coleccionista, no sé porque esas latas me parecieron tan bonitas, tan coloridas, tan distintas unas de las otras, por lo que las lavé y las puse en mi cuarto decidiendo que me dedicaría a coleccionar latas...



Esto es el resto de una colección que llegó a tener más de 1,500 latas diferentes, de más de 10 países y conforme avanzaban los años, los modelos cambiaban, los nuevos sabores llegaban y salían promociones, eventos, tamaños y por donde fuera me traía una o dos en cada oportunidad, al principio con 20 o 30 latas no había problemas... pero cuando se juntaron los primeros cientos, ya me querían correr de mi casa, comencé tapizando las paredes de mi cuarto... y acabé hasta en el techo... y ya se imaginarán los problemas que tuve... (obviamente no la pude conservar, pero la mayoría de ellas las vendí a un coleccionista en mercado libre por $2,000 pesos mexicanos)

En esta imagen, pueden ver en la primera columna 3 latas brasileñas que me trajo un amigo, tenía los 4 sabores de la frutástica (esa lata azul con curvas, muchas veces se escuchó el rumor de que eran 5 sabores y durante años lo busque pero nunca supe si fue real o no) la última columna de la crush, eran esas latas tan clásicas y tuve otros sabores como fresa y mandarina, pero con el tiempo se maltrataban o se alcanzaron a ir en la venta... esa sapporo y la verde pequeñita sobre la de Agua yoli taxco eran del continente asiático...

Cómo anécdota especial, mi padre que partió con el Señor hace unos años, tomaba esas torutel, que eran unas cervezas sin alcohol que disfrutaba mucha y siempre lo recuerdo en esto (y en mil cosas más) con ese detalle (como niño cuando empecé la colección y en casa, nunca me dejaron tener latas de bebidas alcohólicas, seguramente fue porque sabrían que no cabrían en otros 3 cuartos más... jajaja



Con el transcurso de los años, fui ampliando la colección de puras latas a otros detalles (si, también tuve hielocos y cambiaba todas las taparroscas y promociones que podía por lo que fuera) en la primer imagen pueden ver esas botellas de vidrio de eventos como el mundial de Korea-Japón del 2002 y las navideñas, así que los veranos y los inviernos mis padres sabían que iba a incrementar mi colección y los problemas, porque cómo verán más adelante, comencé a coleccionar envases llenos de productos... todo empeoró cuando algunas explotaron a medio día o a media noche y comencé a tener una invasión de hormigas que no se imaginan... en ese entonces tendría como unas 800 latas y descubrir cuáles seguían bien y cuales no me llevó días enteros, vaciarlas, limpiarlas, sellarlas y acabar con los bichos... en esta última foto, tengo las colecciones parciales de los vasos coca-cola olímpicos: Sidney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008... fue justo en ese año que ya mis intereses cambiaron y era imposible meter una lata más... todo lo vendí por 2012... ¿en cuánto la habría podido vender ahora?



El tema no fueron las latas en sí, sino de todo lo que viene e implica tener una colección así, y aluego me regalaban de todo, en la imagen inicial en la segunda columna ¿creían que era una lata de refresco de manzana lift? no, era una cámara y como pueden ver en la última imagen que viene, ya tenía de todo en forma de lata, alcancías, corta uñas, monederos, y eso si le sumamos cada vaso del cine que me traía y regalos en forma de lata y bueno... literalmente ¡mi vida fue una lata! pero una muy buena, les agradezco su atención y espero les haya gustado, saludos.